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El Sonido del Silencio
¡La de necedades que se oyen en un ascensor! La de necedades…
Palabras vacías, huecas… (si es que llegan a palabras, ya que seguramente la crisis económica también las ha afectado; por eso escuchamos un “won” en vez del no más grato “guevón”. ¿Teoría del ahorro?, quizá.)
Luego, si llegamos a frases…parece misión imposible encontrar alguna coherente, que hilvane una sola idea decente. ¿Tanto así?, tanto así…
¿Qué cosas tan superfluas desean transmitir?, pero más aún intrigante: ¿Por qué?, ¿Cuál será el motivo? “Pertenecer al grupo” no me parece razón suficiente. Debe haber algo más. Pareciera que no se cansan, son siempre las mismas boludeces: sexo, dinero, tonterías risibles, más sexo, más dinero, moda, rumbas (e inevitablemente: caña, ligues, sexo y dinero)
Apuesto a que si por un día eliminamos todas esas sandeces y afines del vocabulario de una buena parte de la juventud que merodea por ahí, ese día habrá tanto silencio que podremos maravillarnos al escuchar el sonido -hasta entonces inaudible- de la naturaleza o incluso el del propio silencio.
"Nunca rompas el silencio si no es para mejorarlo" (Ludwig van Beethoven)
Andrea Villamizar